Ingredientes:
450 gr. de salmón (de buena calidad), en 2 filetes sin espinas pero con piel.
1/4 de taza de sal marina
1/3 de taza de azúcar
1/2 cucharadita de granos de pimienta blanca, machacados en un mortero
1 manojo de eneldo fresco (se puede utilizar de bote)
Preparación:
Si las piezas de salmón tienen alguna espina, utilizar unas pinzas para quitarlas. Lavar el pescado bajo el grifo de agua fría y dejar escurrirse.
Machacar los tallos de eneldo en un mortero con un poco de sal.
Mezclar el eneldo machacado con el resto de la sal, azúcar y pimienta.
Untar el lado de pescado que no tiene piel con la mezcla y luego colocarlos uno encima del otro (como si fuese un sandwich con el lado de la piel fuera, y el del pescado dentro) en una fuente de cristal o acero inoxidable.
Tapar con papel de cocina transparente y poner un peso muy pesado encima (un ladrillo bien limpio por ejemplo).
Colocar en el frigorífico durante 72 horas. Cada 12 horas darle la vuelta a los filetes.
Transcurridas las 72 horas, tirar el líquido que se ha formado y raspar el salmón con un cuchillo no afilado para quitar el exceso de sal, azúcar, pimienta y eneldo.
Guardar en el frigorífico.
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